¿Qué le pasa a tu cerebro si dejas Facebook?

El dueño de Facebook dice adiós

Al homo sapiens de hace 300.000 años le habría encantado Facebook. Su supervivencia y reproducción dependía de poder contarse dónde cazar bisontes y qué zonas eran peligrosas, cuenta Yuval Noah Harari en Sapiens, pero también “de saber quién de su tropilla odia a quién, quién duerme con quién, quién es honesto y quién es tramposo”. El chismorreo es una de las teorías que explica el origen del lenguaje en los humanos.

Facebook, con 2.300 millones de cuentas activas, nos ayuda a conectar y a compartir nuestra vida con nuestros amigos/conocidos. Somos animales sociales y relacionarnos con los demás es una de las fuentes de felicidad del ser humano pero, ¿cuál es el impacto de las redes sociales en nuestra actitud, nuestras rutinas, nuestro comportamiento, nuestro humor…? Dos estudios han tratado de responder a estas preguntas haciendo desaparecer temporalmente a unos cuantos usuarios.

“Un mes fuera de Facebook aumenta el bienestar general, reduce la ansiedad, la depresión y el tiempo dedicado posteriormente a esta red social”, según la investigación de la Universidad de Nueva York y de Stanford. Se trata del mayor análisis realizado hasta la fecha sobre los efectos de Facebook en nuestras vidas diarias y hábitos.

¿Cómo lo han averiguado? Con el mismo método que utilizan las farmacéuticas para saber si funciona una medicina: escogieron a un grupo de 2.844 usuarios que cumplían los requisitos y los dividieron aleatoriamente. A unos les dieron el tratamiento, un mes de abstinencia de Facebook, y al otro, el grupo de control, les dejaron seguir conectados. El experimento consistió en monitorizar las diferencias entre los dos grupos.

Más felices y menos ansiosos

“Los aumentos en el bienestar general son pequeños pero muy significativos”, aseguran los autores liderados por Hunt Allcott. La gente fuera del mundo del “me gusta” contestaba a los investigadores que se encontraba más feliz, más satisfecha con su vida y con menos depresión y ansiedad. Esta mejora equivalía al 25%-40% de los beneficios que reporta una terapia psicológica.

Leer el artículo completo en El País.

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