La Comisión Europea ha impuesto una multa de 1.490 millones de euros a Google por el abrumador dominio del gigante tecnológico en la publicidad por Internet. El caso alude a su servicio publicitario AdSense, que vende espacios para anuncios en páginas web de terceros. La compañía justifica que el volumen de negocio en esta división es mínimo, está en declive y que está dispuesta a hacer cambios para ajustarlo a las preocupaciones de Bruselas. Aun así, la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha concluido que la “mala conducta” de la compañía ha durado más de diez años e impidió a otras empresas “la posibilidad de competir” y de “innovar”. Se trata del tercer revés por un caso antimonopolio contra Google, que suma ya tres sanciones en apenas dos años que suman 8.240 millones.
Si un usuario buscara en Google cuáles han sido las mayores multas jamás impuestas por Vestager, la respuesta que encontraría sería que ha sido, precisamente, a Google, la misma compañía cuyos motores de búsqueda le llevarán a las informaciones sobre esas sanciones. Google ha estado en el punto de mira de la Comisión en la última década. Y este martes ha cerrado el último de los frentes que tenía pendientes con una multa de 1.490 millones de euros por imponer “cláusulas restrictivas” en los contratos con sitios webs de terceros que impedían a sus rivales colocar anuncios de búsqueda en esas páginas.
Google AdSense es parte del negocio de publicidad online que tiene el gigante tecnológico. Le ofrece a los propietarios de sitios web insertarle anuncios en huecos concretos de sus páginas, a cambio de recibir ingresos si luego esos anuncios generan visitas a los anunciantes. Google, por su parte, subasta todos esos espacios en páginas de particulares entre los potenciales anunciantes. Bruselas considera que la compañía ha abusado de su posición dominante en este negocio y ha puesto palos en las ruedas de sus competidores para impedir operar a sus rivales.
Cláusulas abusivas en los contratos
El expediente a Google por su dominio abrumador de la publicidad online –copa prácticamente el 80% del mercado— fue abierto por el anterior titular de Competencia, Joaquín Almunia. La compañía estadounidense rozó el cierre del caso tras realizar tres ofertas a la Comisión Europea. Sin embargo, no lo logró y en 2016 decidió abrir una investigación formal. La compañía viene sosteniendo que Google AdSense es solo una parte muy pequeña de los ingresos publicitarios, que sigue descendiendo por el empuje de otras unidades de negocio.
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