Los usuarios de Internet a veces no nos damos cuenta de que servicios como Twitter o Facebook nos los da una empresa que establece las condiciones del servicio que acatamos en el momento en que abrimos una cuenta o perfil y que si no cumplimos pueden causarnos serios problemas.
El fin de semana pasado en el EBE12, y más concretamente en el taller Cómo sacar partido a Facebook y comunicar para marcas impartido por Clara Ávila (@ClaraAvilaC) y Alfredo Solano (@cantorrodista), el segundo explicaba las normas que impone esta red social a la hora de publicar concursos o promociones a través de sus páginas.
Aquí tenéis el vídeo, listo para empezar justo en el momento en que habla del tema:
Todos hemos visto alguna vez páginas que incumplen estas normas habitualmente, imagino que por desconocimiento, por no haberse leído la letra pequeña que tan poco nos gusta.
Pues bien, todos esos usuarios deberían saber que no sólo pueden perder las páginas de sus negocios, también sus perfiles personales, además de que Facebook puede emprender acciones legales contra ellos. Imaginemos que empleamos nuestro tiempo y creatividad en una página atractiva y dinámica, insertamos contenidos interesantes durante semanas o meses, conseguimos muchos seguidores y, cuando para celebrarlo queremos premiarles haciendo un concurso o sorteando un estupendo premio, ¡nos encontramos de repente sin página y sin seguidores!
Otro error muy frecuente es la utilización de un perfil personal como página de negocio, pues las normas de Facebook también lo prohíben expresamente. Además, esta práctica conlleva una limitación del número máximo de seguidores (5.000), carece de algunas facilidades tan importantes como las estadísticas o la posibilidad de enviar actualizaciones a todos los contactos, y tampoco permite contratar Facebook Ads para promocionar el negocio.
Está claro que no solamente hay que leer la letra pequeña de la escritura de la hipoteca del banco.